Mi perro reacciona con miedo a personas y algunos objetos

 



Los perros con miedo son siempre motivo de preocupación para las personas que conviven con ellos porque detectamos el miedo pero no sabemos cómo explicarle que no tiene que tener miedo.

Un perro puede tener miedo por muchos motivos, por que sea inseguro, porque en la etapa de socialización no tuvo contacto con el mundo de forma eficiente, porque ha sufrido maltrato o incluso porque sus condiciones de salud han cambiado.

Evidentemente no será lo mismo el abordaje que hagamos de el primer caso o del último. Las causas de los comportamientos son importantes a la hora de transformarlos. ¿Qué pasa si no conocemos las causas? Esto es más frecuente de lo que desearíamos pero es un hecho frecuente bien porque el perro es adoptado y desconocemos su pasado o porque sencillamente en el momento que apareció el miedo, miedos o inseguridades no nos fijamos, o  no estábamos presentes. 

A veces con una evaluación en ciertas situaciones podemos inferir que puedo haber sido el desencadenante. 

En cualesquiera de los casos hay unas pautas básicas a seguir comunes. Estas son:

  1. Nunca forzar situaciones , ni con personas ni con cosas
  2. Presentar en situaciones controladas manteniendo la distancia y favoreciendo la aparición de cosas buenas. Es lo que se conoce como desensibilizar básicamente
  3. Ir reduciendo la distancia a medida que nuestro perrunita acepta a la persona o cosa
  4. Dejar que sea él el que se acerque, que huela , que sigan apareciendo cosas buenas.
  5. Ir aumentando progresivamente el tiempo de exposición al elemento que genera miedo
  6. Ser constante, consistente y estar muy pendiente de sus estados de ánimo. Es decir, si vemos que un día la distancia tiene que volver a ser mayor, nos alejamos y si es necesario nos vamos. NO queremos estrés ni perder su confianza, tenemos que ofrecerle siempre seguridad. 
  7. A la vuelta ofrecerle una experiencia que le encante y le relaje. Tu perrunita manda 😀
  8. Por último pero no menos importante tenemos que ser capaces de pedirle a las personas que no se acerquen, que no lo toquen y que ni le hablen. Por supuesto nada de volcarse sobre él , ni gesticular. Debe ser nuestro perro el que libremente, esto es muy importante, decida si acercarse o no y para propiciarlo las personas deben estar tranquilas e ignorarlo incluso si el se aproxima. Hay que dejar que huela sin interferir. Si tu perro tuviera reacciones violentas, hay que proceder teniendo siempre en cuenta la seguridad de ambos. Eso es tema para otro post.

Recuerda que puedes aplicar la Técnica Diipi para organizarte con el proceso 😉






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