Paseos y envejecimiento en perros y humanos
La edad madura es una etapa en la que el tiempo se transforma, deja de hacerse lento y las estaciones, cuando el calentamiento global nos las altera, nos descubren nuevas formas y colores pero también nos traen ciertos inconvenientes que a lo mejor en la juventud o etapa adulta no notábamos o podíamos lidiar con ellos fácilmente.
A nuestros amigos los perrunitas caninos, esos compañeros de vida que están ahí cerca , también les pasa y les pasa aún más rápido que a las personas: perrunitas humanas.
Así cuando salgamos a pasear con nuestros compañeros es fácil que los paseos los tengamos que hacer más cortos y a un ritmo más lento. Afortunadamente es un proceso gradual por lo que podremos ir amoldándonos a sus necesidades, lo importante es darnos cuenta de cuando empieza ese declinar para poder ayudarle a seguir disfrutando de los paseos y al mismo tiempo mantenerse en forma el mayor tiempo posible.
También será importante ir cambiando las rutinas del paseo a medida que veas que se hace muy pesado para él, especialmente si hacemos paseos por zonas escarpadas, estrechas y que le puedan suponer un esfuerzo extra para sus articulaciones. Debemos estar muy atentos a sus señales y darle los descansos que necesite y la ayuda necesaria para subir o bajar algún obstáculo que se pueda presentar en el camino.
Otra cosa a tener en cuenta será que con la edad, como a las personas, la regulación térmica se nos empieza a escacharrar, por lo que si no los ha usado antes a lo mejor en este etapa de su vida empieza a ser necesario que use ropa de abrigo. Evidentemente esto no será necesario para todos los perros, va a ser raro que un nórdico, por ejemplo, necesite un abrigo pero también dependerá del clima dónde vivamos y que no se vuelva demasiado extremo en un momento dado que esta empieza a ser la tendencia.
Vital es cuidarlo del calor, cuando sea abuelete es más probable que el calor le afecte más y tenga más riesgo de sufrir un golpe de calor, así que cuando las temperaturas empiecen a subir de 18º es recomendable que lleves siempre agua y además los paseos no sean en las horas que más fuerte calienta el sol. Paseos más cortos y más frecuentes serán lo ideal. Recuerda llevar siempre agua contigo y asegurarte de que el asfalto no le quema las almohadillas.
Los paseos siguen siendo la mejor manera de permitirle un desarrollo pleno o autorrealización, en la vejez también. Vuestra convivencia en sintonía pasa por su bienestar .
