Cómo abordar el miedo y estrés en los perros




El miedo y el estrés están íntimamente relacionados. No existe el uno sin el otro, tanto que podríamos decir que si no los gestionamos adecuadamente son como una bola de nieve que cuesta abajo, no deja de crecer .


 ¿Cómo abordar el miedo y el estrés en los perros?. Hay varias maneras de abordar estos problemas, dependiendo del temperamento de tu perro.

Primero, es importante entender la reacción de miedo de tu perro. Una vez que entiendas qué está causando el miedo o el estrés, podrás trabajar para ayudar a tu perro a superarlos. 

Es también importante poder evaluar la intensidad adecuadamente, debemos evitar tratar por nosotros mismos a perros que realmente tienen pánico o niveles de estrés muy evidentes porque eso quiere decir que sus niveles ya son muy elevados y por lo tanto están poniendo en riesgo su salud.

Algunas cosas que puedes hacer incluyen ofrecer refugio seguro para tu perro, un trasportín ya sea metálico, de tela o una caseta en la que él pueda estar libremente, nunca cerrado y le den ese espacio refugio en el que descansar sin tener que preocuparse de cubrirse las espaldas.

Para que sea un espacio seguro para él es imprescindible positivizarlo y no dejarlo NUNCA encerrado en él. También podría valer los bajos de una cama, o detrás de un sofá. El lugar refugio concreto dependerá de cada perro pero en general los transportines funcionan muy bien.

Usar una educación amable para ayudar a tu perro a desarrollar confianza en él y en tí para lo que deberás ofrecer mucho amor y afecto y sobre todo paciencia y calma, mucha calma.

Los ejercicios de olfato y de propiocepción son muy interesantes en cualquier caso pero en estos lo son aún más porque permiten al perro ganar confianza en sí mismo y en su entorno, bajar el nivel emocional y así poder empezar a gestionar mejor.

Aquí tienes 7 claves para empezar a ayudar a un perro con miedo:

  1. Establece una rutina para tu perro y sé consistente con ella. Los perrunitas caninos aman la consistencia para sentirse seguros y empezar a confiar en tí al mismo tiempo que fortalecemos el vínculo y te conviertes en ese lugar seguro y confiable. Establece horarios para sus paseos, sus comidas, el descanso y el juego. No te preocupes, cuando se sienta seguro y confíe en ti podrás cambiarlos si es necesario pero entonces lo harás desde la confianza y la seguridad.

  2. Sé paciente con tu perro y mantén una actitud positiva. Es fundamental que tus acciones y tus energías manifiesten una misma intención. Si queremos que nuestro perrunita se sienta tranquilo y seguro no podemos mostrarnos inseguros e irritables. Las prisas son sospechosas de comportamientos peligrosos. Y los enfados más. Además tenemos que darle el tiempo y el espacio suficiente para que confíe en nosotros o en aquello que le genera inseguridad: coche, cepillo, etc. 

  3. Establece límites claros para tu perro. La coherencia es fundamental para que nuestro perrunita canino nos vea como un lugar seguro. No debemos marearlo con normas incoherentes que cambian cada día rato. Esto es siempre importante pero cuando tenemos un perro con miedos o inseguro lo es aún más porque la incoherencia por nuestra parte les aumenta la inseguridad ya que les confunde y no saben qué esperar por nuestra parte y su vida. Así por ejemplo si no quieres que se suba al sofá, no dejes que lo haga nunca, si quieres que sólo lo haga cuando tú se lo pides, enséñale la señal de autorización, pero no lo dejes subir un día sí, otro no  y sin mediar ninguna señal que pueda orientarlo. 

  4. Evita los juegos de lucha con tu perro, ya que pueden aumentar su nivel de miedo. Este tipo de juegos implican simulación de conflictos y cuando un perro está asustado y dudoso no es capaz de evaluar bien la situación y ante la duda se lo tomará en serio con lo que aumentaremos su miedo y/o desconfianza.

  5. Asegúrate de que tu perro reciba suficiente ejercicio para liberar energía y ayudar a aliviar su miedo. El ejercicio físico relaja porque sirve para liberar energía pero no quiere decir que lo tengas que llevar a correr, esto no servirá de nada. Tiene que salir a moverse, caminar y sobre todo oler. El olfato es el mejor ejercicio para que su mente se centre en otras cosas, le permita ser perro e ir aumentando la confianza al liberar otras hormonas que compensen su angustia. Si el miedo lo tiene a la ciudad, los paseos tendrás que hacerlos en entornos lo más naturales posibles y en los horarios donde haya menos movimiento urbano, por ejemplo.

  6. Utiliza refuerzos positivos para recompensar al perro cuando se comporta bien. Un refuerzo positivo muy poderoso es tu cariño, tu alegría. Cuando tu perro se vaya enfrentando a sus miedos, por poco que sea el avance, prémialo con tu alegría, con cariño  y con chuches si le gustan y las acepta. Muchas veces cuando el miedo es muy fuerte justamente no quieren comidas, sólo buscan refugio o alejarse, prémialo alejándote de aquello que le da miedo, se sentirá mejor y sabrá que puede confiar en ti.

  7. Busca ayuda profesional si el comportamiento de tu perro no mejora porque su salud física también puede deteriorarse y más rápido de lo que a veces creemos. Y porque las recetas generalistas que podemos darte en las redes no saben nada de tu perro en concreto y lo que sirve para unos para otros puede ser peor. 


Si sientes que necesitas ayuda adicional, no dudes en consultar a una  profesional, estamos aquí para acompañarte. Espero que esto te sirva para empezar  a abordar el miedo y el estrés de tu perro.




*Publicado originalmente en Visionarias-Business


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