Problemas en manada: la protección de recursos

 


Uno de los principales problemas o miedos de una familia en la que conviven varios perrunitas caninos es el de las posibles peleas. 

Para nadie es agradable presenciar una pelea y entre perros cualquier escaramuza o discusión suele ser muy aparatosa y nos asustamos. Y muy especialmente si el tamaño entre perros es muy dispar.

Una de las consultas más habituales que recibo es sobre la protección de recursos. Y la mayoría hacen referencia a la comida y/o los juguetes. Rara vez a otros recursos también muy relevantes y de los que os hablaré después, ahora vamos a ver cómo podemos enfrentarnos a los problemas con la comida y los juguetes.

La comida es un bien de primera necesidad que decimos los humanos y por tanto es irrenunciable. ¿Entonces por qué no todos los perros defienden la comida? Porque depende de la experiencia previa que hayan tenido con respecto a la misma cuando eran pequeños, cachorros.

Si cuando eran cachorros pasaron dificultades para obtenerla ,tuvieron que pelear por la poca comida que tenían a su alcance, seguirán ese patrón. También se puede deber a que los humanos al interpretar erróneamente lo que significa ser líder, un líder natural, hayamos estado quitándole el plato de la comida y no dejando que coma tranquilo. Un buen líder proporciona la comida, nunca la quita. 

¿Qué debemos hacer si nuestro cachorro presenta este comportamiento? Lo mejor es acercarnos a su comedero y entregarle una comida más sabrosa que la que tiene en el cuenco. De esta manera nuestra presencia cerca de su cuenco será bien recibida y no se sentirá en la obligación de defender su plato.  A medida que su prevención vaya desapareciendo podremos decirle, un momento, un segundo y mover algo el plato mientras ponemos la ambrosía en su cuenco. Al final de todo el proceso nuestro amigo comprenderá que si cogemos el cuenco no es para robarle sino para darle y lo aceptará de buen grado pero ojo no juguéis a engañarle. Esto con respecto a nosotros ¿pero y con los otros perros de la familia? Bien aquí el tema es distinto porque no vamos a estar dejando que anden metiendo los hocicos mientras los otros comen. Aquí lo ideal es empezar por ubicar a cada uno de ellos en un lugar, siempre el mismo. Que aprendan a respetar sus turnos y nada de ir ver que deja el otro . El que termina primero se retira. Tenemos que supervisar siempre estos momentos para evitar detone una pelea, mantener la calma y si vemos que no podemos estar tranquilos, los separamos a la hora de comer hasta que nosotros ganemos confianza en ellos y sobre todo en nosotros mismos. No hay nada peor que un líder titubeante o asustado ;).

Con los juguetes qué es lo que ocurre porque ya no es tanto un bien de primera necesidad como una cuestión de haber tenido la oportunidad de aprender a relacionarse desde cachorro. Aquí primero debemos enseñarle los límites para que no se pase pero nunca debemos inhibirle el gruñido porque es comunicación y aviso y es importante que se sientan con la libertad de usarlo. Más si son cachorros. Un perro adulto que no avisa cuando algo le está disgustando puede ser muy peligroso. Si no te ves capaz de afrontar estas situaciones correctamente lo mejor es que busques un buen profesional que te oriente correctamente y no se agrave el problema. Recuerda nada de alfarrol  ni similares.

Si es un sólo juguete el que provoca el conflicto, lo eliminamos de la ecuación. Y lo usamos por ejemplo como premio especial cuando estamos jugando de uno en uno que esto es otra cosa que debes enseñarles. Deben aprender a estar tranquilos en su sitio (transportín , colchoneta, cama elevada,…) mientras tu juegas con el otro y finalmente compartir un momento divertido todos juntos. Si no es así , se termina el juego para todos. Así aprenden a cooperar pero cuidado con enfadarte con uno de ellos. Una vez más te digo que si no te sientes segura busques ayuda profesional que te pueda orientar y darte las herramientas que necesitas.

Por último vamos a ver que pasa con esos otros recurso relevantes que no solemos meter en esta ecuación de “Protección”. Uno es tu atención y el otro es su propio espacio. ¿Cómo manejar estas situaciones? La primera se maneja de forma parecida a como hemos visto en el juguete, si uno no deja que los demás interactúen contigo, se termina tu presencia y/o organizas tu los turnos. Recuerda líder natural proveer de comida, seguridad y justicia. 

En cuanto a su propio espacio son los demás miembros los que deben respetar su sitio y su descanso. Si los demás lo invaden entra dentro de la normalidad que se enfade, por eso es importante que no tenga inhibido el gruñido para avisar y no pasar directamente al ataque y igualmente importante es que los otros lo entiendan. Si les gruñen estando en su sitio descansando deben irse y aquí entras tu si ellos no lo captan. Al invasor lo llevas a su sitio y allí lo premias cuando esté tranquilo. Buscamos paz, convivencia en sintonía y hay que aprender a respetar los espacios vitales de cada cual. Para que esto sea correcto previamente hemos debido educar a nuestros perros para que no acaparen los sitios y tengan el suyo que es el único que es “defendible”. Su trasnportín o su cama pero nunca el sofá por ejemplo o tu cama. Estos sería espacios comunes a compartir.

Estos temas que pueden generar conflictos son los que más rompen la convivencia y los que más nos suelen afectar, es importante ponerles freno cuanto antes y buscar ayuda de profesionales que puedan guiarnos teniendo en cuenta siempre el bienestar de nuestro perrunita.

Es importante también que comprendas que lo que yo te he expuesto aquí son casos de perros que en principio no tendrían ningún otro problema, ya sea de saludo o de traumas. Por eso para una correcta evaluación de tu caso concreto lo ideal es que sea un profesional el que lo evalúe y valore las mejores opciones y como empezar a actuar para conseguir la tan ansiada Convivencia en Sintonía. 



Entradas populares