¿Qué correa es mejor para mi perro?
¿Qué correa usar y por qué? ¿ Puedo usar varias correas distintas? ¿Qué material? ¿Qué longitud?
Estas son las preguntas más habituales que nos podemos hacer o deberíamos. Si vamos a una tienda donde venden objetos para nuestros amigos perrunos podemos encontrar gran variedad de correas aunque no siempre es así y prácticamente sólo encontramos la típica correa de un metro ya sea metálica, de cuero o de materiales más modernos. Incluso las hay más cortas, de medio metro o menos con muelle incluido. Éstas últimas son reflejo de que el perro para algunos individuos de la especie humana es poco más que un carro de la compra que hay que llevar de la misma forma pero claro resulta que tiene ¡vida propia!
Ni que decir tiene que de ese tipo de correas sólo voy a hablar para deciros que NO las uséis. ¿ Por qué? porque no permiten que nuestro amigo tenga un paseo saludable en el que cubrir sus necesidades. Con una correa de esas prácticamente no puede ni hacer sus necesidades y en cuanto intenta ir a oler algo ahí vas tu arrastrada por los mundos con una energía nada deseable. Cuando intentas recoger las heces de tu perro tendrás que estirarte cual gimnasta y demostrar tus capacidades para mantener el equilibrio frente a la tensión del otro lado de la correa porque lo más probable es que tu perro intente separarse un poco más del lugar donde acaba de depositar su "regalito". Resumiendo, usar ese tipo de correas es no poder disfrutar de un paseo juntos y no aportan ninguna ventaja sino todo lo contrario.
La mejor opción multiposición y dos- tres metros, os permite mantener una distancia adecuada y siempre puedes acortarla en caso de necesidad. A mi es la que más me gusta. Siempre adaptada al tamaño del perro, que los pequeños y /o minis no lleven sobre su cuerpito un mosquetón de tamaño mastín. Entre cinco y cuatro metros estaría en el límite de manejo adecuado en la ciudad. En el campo es otro tema y ahí se pueden usar de más metros.
Luego tan importante como la longitud es el manejo de la correa. La correa debería ser una conexión entre tu y tu perro que le de a él los límites de lo que es un espacio seguro y que os permita moveros a los dos juntos por el mundo en una danza armoniosa. Es decir, el manejo de la correa tiene que ser el baile de la correa, sintonizados vuestros movimientos y energías. Tiene que ser flexible esa unión, nada de tirones ni tensión en la misma, porque dejará de ser un espacio seguro y confortable para convertirse en un objeto desagradable que limita la movilidad, genera frustración y no permite el disfrute, ni tuyo ni de tu perro.
A continuación te dejo dos vídeos dónde te hablo de este tema:
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Nota Legal: Tu eres el responsable de tu perro y del uso que haces de las herramientas u orientaciones, si tienes dudas contacta siempre a un profesional.
