No digas No a tu perro
No digas No a tu perro. No sirve de nada. Las personas estamos todo el día con el no en la boca.
Si te paras a analizar un poco una conversación normal, o incluso puedes elegir un día completo e ir observando las veces que decimos no en cada párrafo que sale de nuestra boca ¿ no crees que es buena idea? ¿No te lo crees? Haz la prueba y verás.
Puedes decirme: no sé, no me convence . O aquello de lo intentaré pero no te garantizo nada, es lo que quieres, no?.... y así hasta el infinito. Si no me crees, haz la prueba y puedes hacerla al revés: intenta no usar el no en tu conversación.
Me gustará saber cómo te ha ido, coméntamelo en comentarios.
Pero el tema que más nos interesa no es la cantidad de veces que usamos el no sino cómo afecta esto a nuestra relación con nuestro perro, y es lo que te voy a explicar ahora.
Normalmente cuando le decimos NO a nuestro perro, primero queremos que deje de hacer algo. Ya sea que deje de ladrar, que deje de morder, de correr, etc. O sea que para nosotros es importante que deje de hacer lo que quiera que esté haciendo porque consideramos que es peligroso para él o para nosotros.
Si lo has probado habrás comprobado que el resultado es bastante malo, normalmente no hace caso, es decir, sigue con lo que esté haciendo y como mucho si el no lo hemos gritado, para pero sigue enseguida tras mirarnos. ¿ por qué ocurre esto? Sencillamente porque no nos entiende, para él la palabra no, no tiene significado y justamente es por lo que te he comentado al inicio : porque estamos todo el día con el no en la boca.
Y puede que estés pensando : ya, pero entonces ¿por qué se para cuando le digo no y luego sigue? ¿ por hacerme rabiar?
No. Tu perro jamás va a querer hacerte rabiar sino todo lo contrario, él siempre va a buscar la forma para que tu energía sea calmada y positiva. Tu perro deja de hacer lo que esté haciendo porque normalmente ese NO que le decimos va acompañado de un tono alto y duro, es decir, de una energía que puede ser peligrosa porque es inestable, impulsiva. En ese momento nos miran, se paran y analizan el nivel de desequilibrio que mostramos. Si no es mucho, seguirá en unos segundos, si nuestro enfado es alto, puede que lo deje pero en otro momento volverá a hacer lo que sea que estuviera haciendo, porque no se ha enterado de nada. Sólo ha percibido nuestra mala energía pero no sabe qué es lo que la ha provocado y lo último que piensa es que ha sido él. Porque él no está haciendo nada malo.
Morder, por ejemplo, una zapatilla es algo bueno y saludable para el perro, necesita morder, especialmente si es un cachorro. Es su manera de reconocer objetos, de ejercitar su mandíbula de prepararse para la nueva dentición o de desarrollarla adecuadamente por no hablar de que es una de las formas en que mejor se relajan, mascando. Así que por mucho que le digas o grites no, no se va a enterar.
Tienes que probar otra manera de comunicarte con tu perro. Evidentemente necesitas una señal para indicarle que deje de hacer algo, es necesaria para enseñarle unas normas y para mantener su seguridad en ciertas circunstancias. Yo te recomiendo que utilices un shhhhh o un eehhhh, es efectivo, la entonación suele ser la correcta ( aquí debes observarte a ti misma para no pasarte con tu energía y mantener la calma) .
Y a continuación, si por ejemplo lo que hace es morder tu zapatilla, es retirarle esa zapatilla en el momento que te mira y ofrecerle una alternativa que tienes que festejar.
De esta manera, estás estableciendo una relación en la que la comunicación es acertada, no rompe la conexión y tu perro tiene lo que necesita sin que tu tengas que perder ningún objeto. Un último consejo por hoy, ojo con darle una zapatilla vieja, puedes hacerlo, pero requerirá más trabajo de tu parte porque al principio, sobre todo si es un cachorro, no verá muy clara la diferencia entre la vieja zapatilla y la nueva, pero si eres constante y paciente la verá, porque en definitiva son objetos diferentes y ellos son capaces de verlo. Sólo hay que explicarle cual es el suyo y cual el tuyo 😉
Te dejo el vídeo donde te hablo de esto:
Gracias por preocuparte por el bienestar de tu perro
