Convivencia entre perros y humanos

 


La Galaxia Huma-canis es el espacio de convivencia entre perrunitas humanos y caninos. En ese espacio emocional, físico y cognitivo compartido, aprendemos y co-evolucionamos hacia mejores perrunitas que no son otra cosa que aquellas personas humanas y canes que conviven. Es la relación de convivencia que establecemos entre nosotros.

En esta galaxia el centro es el amor y el respeto entre nosotros, no hay jefes de la manada, sino que el mundo deja de ser un lugar de explotación para ser un lugar de convivencia en sintonía. Bueno esta es la teoría porque todas sabemos que en la práctica esto no es así exactamente  y la convivencia se puede hacer muy difícil.

La convivencia en general no es fácil porque hay que adaptarse de la mejor manera al entorno, tanto físico como emocional y cognitivo. Cuando llegamos a una ciudad nueva pasa un tiempo hasta que fluimos con naturalidad, al principio tenemos que conocer los lugares, las costumbres, horarios, el propio clima y así hasta un sinfín de elementos que iremos conociendo e incorporando de una manera u otra a nuestra vida. Tendremos también que aprender a relacionarnos desde cero con los nuevos vecinos, con el trabajo, e incluso con los lugares de ocio que serán distintos a los que estábamos acostumbrados.

Esto es exactamente lo mismo que pasa cuando incorporamos a nuestra vida a un perro. Tanto él como nosotros debemos empezar a conocer las nuevas normas, rutinas, gustos de uno y del otro, la forma de ser, de comunicarnos  e incluso nuestras manías. Porque tenemos y tienen manías o preferencias que debemos encajar.

Muchas veces se incorpora a un perro a la familia pensando que es sólo él el que tiene que acostumbrarse a lo que nosotros consideremos oportuno  e incluso podemos pensar que podemos cambiar las reglas o rutinas sin más y no tendrá consecuencias. 

Para poder entender que implica incorporar un perro debemos preguntarnos que pasaría por la mente de un niño con el que no tenemos un lenguaje común, es decir, no te puedes sentar con él y decirle "mira has estado haciendo tus necesidades en el balcón pero desde mañana ya no puedes porque lo vamos a usar para..." por poner un ejemplo . Deberemos elaborar un plan de adaptación para que todo vaya bien.

Es decir, cuando tenemos un perro como miembro de la familia si queremos que la convivencia vaya bien debemos tenerlo presente en tiempo y forma con respecto a todos los planes que hagamos. 

Y desde luego desde el minuto 1 deberemos tener paciencia, coherencia para enseñarle las normas y su entorno además de aprender a entendernos y respetarnos. Conocer su personalidad, la manera en que suele reaccionar nos ayudará a prevenir y evitar conflictos tanto entre nosotros como con otros miembros de la comunidad o el entorno, incluido el mobiliario urbano o los animales salvajes cuando vamos por el campo. 

Pero  la galaxia huma-canis tiene una característica muy interesante y es que es la matriz en la que nos relacionamos y por lo tanto cuanto más sólida y flexible sea más fácil nos moveremos por el planeta, que es su universo.

Por lo tanto si en el día a día nos sentimos frustrados, no entendemos lo que hace, por qué lo hace o cómo explicarle las normas es síntoma de que algo no funciona, especialmente la comunicación. 

La base de toda convivencia es una buena comunicación y en qué se basa una buena comunicación pues en que debe ser sencilla y directa. No debemos soltar largas parrafadas. Cuantas menos palabras mejor y ser coherentes. Si para que se siente le decimos sienta, debe ser siempre sienta y no decir una vez sienta y otras siéntate o ahí . Me temo que todos alguna vez hemos caído en este error y es normal porque nosotros tenemos sinónimos que entendemos perfectamente y los sufijos y pronombres.... pero ellos no entienden esa variedad por lo menos no al principio y no todos los perros. Algunos puede que terminen entendiendo pero lo harán con cierta desconfianza porque si cambiamos las palabras para la misma acción nos terminarán percibiendo como inseguros .

Y esto puede acarrearnos problemas ya que llegada una situación que ellos consideren crítica, actuarán por su cuenta sin esperar a ver que les decimos nosotros que se puede hacer o qué hacemos nosotros para solucionarla. Y eso nos aleja de una convivencia en sintonía.

Así que resumiendo podríamos decir que para que en esta Galaxia reine una convivencia en sintonía, además de amor y respeto, debe haber una buena comunicación basada en la paciencia , el conocimiento del lenguaje canino y la coherencia. Por lo tanto necesitaremos un tiempo de adaptación para conocer el "nuevo vecindario". E ir fortaleciéndola a medida que compartamos experiencias diarias. Es un viaje del que disfrutar, y cuyo destino es la eternidad.









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