Los perros y el calor


 Con el calentamiento global, los tipos de clima extremos son cada vez más habituales. Y aunque estos cambios ya se sabía que iban a ocurrir hace 30 años , las ciudades no están preparadas. 

Las sombras son prácticamente inexistentes, las calles son como hornos que van desprendiendo su calor poco a poco durante la noche e impiden que se refresque el ambiente y mucho menos los asfaltos y hormigones que recubren el suelo urbano. Para nosotros todo esto es incómodo y muchas veces insoportable pero para nuestros compañeros de vida caninos es el infierno. 

Ellos andan muy pegados al suelo y además van descalzos, cada vez eso si, es más habitual ver a perros con botitas en verano para evitar que se quemen las almohadillas.

Porque incluso aunque busquemos las mejores horas para sacarlos, la temperatura sigue siendo elevadísima, especialmente la del asfalto.

Por lo tanto es importante mantener sus almohadillas bien hidratadas y elásticas para que no sufran quemaduras y por supuesto sacarlo en las horas de menos sol o incluso tiempo después de que este se haya puesto. 

Al mismo tiempo podemos ir pidiendo a nuestros ayuntamientos que no talen árboles, que planten más y liberen cuanto más suelo mejor para que las ciudades y sus habitantes podamos respirar y seguir vivos en estos veranos cada vez más largo e intensos.





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